La publicidad actual relaciona como valores superlativos del cuerpo femenino a lo bello, la juventud y a tener un físico perfecto. Los medios de comunicación y las agencias de publicidad repiten hasta el cansancio anuncios relacionados con estos cánones y así los convirtieron en verdades imperiosas e irrefutables. Es decir, los medios imponen estos valores para asegurar que la belleza, juventud y flaqueza son cualidades imprescindibles a la hora de conseguir el éxito o tener acceso al poder y que cualquier dama logra alcanzarlo con voluntad.
Estas claves riesgosas en la publicidad se han convertido en un culto cosmopolita, en un compromiso habitual y así las mujeres se ven exigidas a ser preciosas, a existir por y en la perfección. Los cuerpos femeninos que se exhiben frecuentemente en los medios de comunicación y específicamente en las publicidades son cada vez más irreales.
Sigue imponiéndose la belleza corporal, como en otros tiempos, por encima de la inteligencia, de la destreza personal y de logros trascendentes en la vida de las mujeres. El cuidado del físico es una “necesidad” más para las mujeres. Sin embargo para los hombres esto no es algo primordial. En el género masculino la belleza no es algo indispensable, basta con ver anuncios como los de cerveza en los que aparecen mujeres “despampanantes” y hombres comunes sin esos cánones de belleza que se pretenden banalmente de las chicas.
El deber y la imposición social hacia las mujeres para atesorar un cuerpo “90-60-90” a cualquier precio, para así ser mejor admitidas en la sociedad y conseguir el éxito, está presumiendo una ausencia conforme a la naturaleza del cuerpo humano. La publicidad actual, en ocasiones, genera conflictos en la salud de las mujeres adolescentes y adultas, es decir, ese “miedo a engordar”, miedo a usar determinado tipo de ropa se traduce en su mayor extremo en anorexia y bulimia.
En las publicidades es poco frecuente ver rostros y cuerpos femeninos maduros, es decir, es poco habitual que una mujer de 50 años que aparente esa edad (como marca la naturaleza, sin cirugías ni nada por el estilo), aparezca en anuncios televisivos. Es una obviedad que en determinada publicidad se mostrará a una mujer esbelta y joven, con cuerpos “perfectos”. Las mujeres maduras tienden a recurrir a cirugías estéticas como así también las jóvenes, es decir, las mujeres maduras temen de las jóvenes y viceversa, en cuanto a belleza corporal se refiere.
Los medios de comunicación y los intereses comerciales juegan un papel importante en la difusión de estos ideales de belleza. A cada instante vemos publicidades que hacen que se admitan como normales ciertas distorsiones de las proporciones reales del cuerpo y las consecuencias que pueden tener para la salud.
Dolce And Gabbana, una de las marcas más criticadas. |
Habitualmente nos encontramos con revistas, anuncios y catálogos de moda con mujeres con expresiones poco felices, desencajadas y excesivamente delgadas. También estos anuncios son acompañados de mensajes paradójicos, tramposos y manipuladores. No es que hay que estar en contra del cuidado del cuerpo, de sentirse cómodos con uno mismo sino que hay que crear conciencia del gran poder de la publicidad de hoy en día y los peligros que a veces suelen activar.
Las publicidades deberían ser más realistas, tendrían que aportar cánones más acorde con el nivel medio de vida, no ir tocando extremos banales que nada tienen que ver con el común de la sociedad.
FUENTES CONSULTADAS
- "Mujeres cada vez más flacas". Urien, Paula. La Nación Revista. Lunes 18 de Octubre de 2010.
- http://www.youtube.com
- http://actualidad.orange.es/fotos/los-anuncios-mas-polemicos
- http://www.mujeresparalasalud.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario